jueves, 13 de febrero de 2014

Azotame






Una gran mujer  que se llama ANASTASIA GONZALEZ escribió esto que quiero compartir con vosotros. cada uno que extraiga sus propias conclusiones, no es un mantra ni una ley, es simplemente un sentimiento de una persona nada mas




Azótame pero no me hagas daño




Y ahora, azótame. Sí, azótame, pero permíteme que antes te diga cómo debes hacerlo. Olvida normas, protocolos, roles y posiciones. Voy a hablarte de persona a persona, de mujer a hombre. Apartemos a la sometida y al sometedor, dejémonos de teatros, interpretaciones, papeles y guiones, aquí sólo hay tres protagonistas, tú, yo y sentir. No me intentes convencer con vanos argumentos, no hay negociación, así que mírame a los ojos y escúchame atentamente.




Nunca olvides que sin mí no existirías, que soy yo quien pone el látigo en tus manos, puedes cogerlo con mis condiciones o buscar otro ofrecimiento que te encaje mejor.




Azótame con cariño, con ternura, con pasión.

Azótame como premio, buscando mi placer antes que el tuyo.

Azótame porque lo deseo, porque lo deseas, porque lo deseamos.

Azótame con la misma dulzura que desprendes al besarme.

Azótame acariciándome, haciendo que te sienta y sintiéndome.

Azótame con tus ojos y tus palabras antes de descargar cada golpe.

Azótame para excitar, para estimular, para enardecer todos nuestros sentidos.

Azótame como un gesto más en nuestro particular modo de entregarnos.

Azótame porque eres libre de hacerlo, porque es lo que deseas, porque te lo pido, porque lo compartimos, pero...

Azótame provocando que me sienta tuya, no lo hagas para sentirme tuya.

Nunca me azotes para creerte más grande, más macho o más fuerte, porque eso te convertirá en hormiga hembra a mis ojos.

No me azotes para anularme, porque me creceré y me perderás.

No me azotes para castigarme fuera de nuestros juegos, porque nadie tiene poder para castigar a una Diosa.

No me azotes para hacerme sufrir, para hacerme llorar, ni para humillarme, porque sólo te humillarás a ti mismo.

No me azotes para desahogarte, recuerda que yo también lo necesito en ocasiones.

No me azotes porque es lo que debes hacer, porque alguien lo dice, porque lo leíste en un manual.

No me azotes porque eres un hombre y tienes ese derecho, perderás tus derechos como hombre si lo haces.

No me azotes porque soy sumisa, azótame porque te cedo ese honor y te presto mi cuerpo para el disfrute de ambos.




Y sobretodo, querido Amigo, azótame pero no me hagas daño. No dañes mi corazón, mi alma, ni mi mente.




Si lo quieres, si eres capaz de disfrutarlo de este modo, si es lo que de verdad te hará sentir y vibrar, cógelo. En caso contrario, te deseo que encuentres lo que buscas.

Anastasia ©

Comparto desde mi rol , lo que esta gran mujer dice y este post solo pretende ser un homenaje a la ternura y la belleza que hay en algo que muchos ven como simples torturas.

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